Viaje al centro de algo.....

10/10/2006

La isla de las emociones

Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. convivian , por supuesto, el temor, la sabiduria, el amor, la angustia, la envidia, el odio... Todos estaban alli. A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la Rutina hacia que el aburrimiento se quedara dormido, o el impulso formaba algun escandalo, pero muchas veces la Constacia y la Conveniencia lograban aquietar el Descontento.
Un dia, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el conocimiento convoco una reunion. Cuando la Distraccion se dio por enterada y la Pereza llego al lugar de encuentro, todos estubieron presentes.
Entonces, el Conocimiento dijo:

-Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde.

Todas las emociones que vivian en la isla dijeron:

-¡No, como puede ser! ¡si nosotros vivimos aqui desde siempre!

El conocimiento repitio:

-La isla se hunde.
-¡pero no puede ser! ¡Quizas estas equivocado!
-El conocimiento casi nunca se equivoca -dijo la Conciencia dandose cuenta de la verdad- Si el dice que se hunde, debe ser porque se hude.

-¿Pero que vamos a hacer ahora? -se preguntaron los demas.

Entonces el conocimiento contesto:

-Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla... Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecera con ella.

-¿No podrias ayudarnos? -preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.

-No -dijo el concimiento-, la Prevision y yo hemos construido un avion y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla mas cercana.

Las emociones dijeron:

-¡No! ¡pero no! ¿que sera de nosotros?

Dicho esto, el conocimiento se subio al avion con su socia y, llavando de polizon al miedo, que como no es zonzo ya se habia escondido en el motor, dejaron la isla.

Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero... todas.... salvo el Amor.
Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:

-Dejar esta isla... despues de todo lo que vivi aqui... ¿como podria yo dejar este arbolito, por ejemplo?
ahhh.... compartimos tantas cosas...

Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el amor se subio a cada arbol, olio cada rosa, se fue hasta la playa y se revolco en la arena como solia hacerlo en otros tiempos. Toco cada piedra... y acaricio cada rama...
Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salia, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor:

((Quiza la isla se hunda por un ratito... y despues resurja... ¿porque no?))

Y se quedo durante dias y dias midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible...

La isla se hundia cada vez mas...
Sin embargo, el amor no podia pensar en construir, porque estaba tan dolorido que solo era capaz de llorar y gemir por lo que perderia.
Se le ocurrio entonces que la isla era muy grande, y que aun cuando se hundiera un poco, siempre el podria refugiarse en la zona mas alta...
Cualquier cosa era mejor que tenber que irse. Una pequeña renuncia nunca habia sido unn problema para el.
Asi que, una vez mas, toco las piedrecitas de la orilla... y se arrastro por la arena... y otra vez se mojo los pies en la pequeña playa que ahora era enorme...
Luego sin darse cuenta demasiado de su renuncia, camino hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que mas le gustaba, era la mas elevada...
Y la isla se hundia cada dia un poco mas...
Y el amor se refugiaba cada dia en un espacio mas pequeño...

-Despues de tantas cosas que pasamos juntos... - le reprocho a la isla.

Hasta que finalmente, solo quedo una minuscula porcion de suelo firme; el resto habia sido tapado completamente por el agua.
Justo en ese momento el amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendio que, si no dejaba la isla, el amor desapareceria para siempre de la faz de la tierra...
Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el amor se dirigio a la bahia.
Ya no habia posibilidades de construirse una salida como la de todos; habia perdido demasiado tiempo en negar lo que perdia y en llorar lo que desapareceria poco a poco ante sus ojos.
Desde alli podria ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenia la esperanza de explicar su situacion y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara.

Observando el mar, vio venir el barco de la riqueza y le hizo señas. La riqueza se acerco un poquito a la bahia.

-Riqueza, tu que tienes un barco tan grande, ¿ no me llevarias asta la isla vecina? Yo sufri tanto la desaparicion de la isla que no pude fabricarme un bote...

Y la Riqueza le contecto:

-Estoy tan cargado de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento... -y siguio su camino sin mirar atras.

El amor siguio observando, y vio venir a la vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos, caireles, marmoles y florecitas de todos los colores. llamaba muchisimo la atencion.
El amor se estiro un poco y grito:

-¡Vanidad... Vanidad... llevame contigo!

La Vanidad miro al Amor y le dijo:
- Me encantaria llevarte, pero... ¡tienes un aspecto!... ¡estas tan desagradable... tan sucio y tan desaliñado!... Perdon, pero creo que afearias mi barco - y se fue.
Y asi el Amor pidio ayuda a cada una de las emociones. A la constancia, a la sensualidad, a los celos, a la indignacion y asta al Odio. Y cuando penso que ya nadie mas pasaria, vio acercarse un barco muy pequeño, el ultimo, el de la tristeza.

- Tristeza, hermana - le dijo-, tu que me conoces tanto, tu no me abandonaras aqui, eres tan sensible como yo... ¿ Me llevaras contigo?

Y la tristeza le contesto:

-Yo te llevaria, te lo aseguro, pero estoy taaaan triste... que prefiero estar sola - y sin decir mas, se alejo.

Y el amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, el y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer.

Entonces se sento en el ultimo pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...

De pronto, el Amor escucho que alguien chistaba:

-Chst-chst-chst...

Era un desconocido viejecito que le hacia señas desde un bote de remos.
El Amor se sorprendio:

- ¿A mi? -pregunto, llevandose una mano al pecho.
- Si, si -dijo el viejito-, a ti. Ven conmigo, subete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.

El Amor le miro y quiso darle explicaciones:
-Lo que paso fue que yo me quede...
-Entiendo -dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.
El Amor subio al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla.

No paso mucho tiempo antes de ver como el ultimo centimetro que quedaba a flote termino de hundirse y la isla desaparecia para siempre.

-Nunca volvera a existir una isla como esta -murmuro el Amor, quizas esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza.
-NO - Dijo el viejo -Como esta, Nunca.

Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendio que segui vivo.
Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo.
Giro sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero este, sin decir una palabra, se habia marchado tan misteriosamente como habia aparecido.
Entonces, el amor, muy intrigado, fue en busca de la sabiduria para preguntarle:

-¿Como puede ser? Yo no lo conozco y el me salvo...
Nadie comprendia que me hubiera quedado sin embarcacion, pero el me ayudo, el me salvo y yo ni siquiera se quien es...

La Sabiduria lo miro a los ojos un buen rato y dijo:

-El es el unico capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una perdida la hace creer que es imposible seguir adelante. El unico capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. El que te salvo, amor, es el TIEMPO.

10/09/2006

La brevedad

HE NACIDO HOY DE MADRUGADA
VIVÍ MI NIÑEZ ESTA MAÑANA
Y SOBRE EL MEDIODÍA
YA TRANSITABA MI ADOLESCENCIA.
Y NO ES QUE ME ASUSTE
QUE EL TIEMPO SE ME PASE TAN PEPRISA.
SÓLO ME INQUIETA UN POCO EL PENSAR
QUE TAL VEZ MAÑANA
YO SEA
DEMASIADO VIEJO
PARA HACER LO QUE HE
DEJADO PENDIENTE.